¡Ya volví de la Feria del Libro! Este año ha estado muy animada, a pesar del mal tiempo. Quiero daros las gracias a todos los que fuisteis a verme y tuvisteis que esperar tanto tiempo en la cola para la firma. Os agradezco vuestra paciencia, vuestra ilusión y vuestro entusiasmo. Con lectores como vosotros, da gusto. También merecen una mención especial los padres y madres que se lo tomaron con buen humor. Sé que otros no esperaban encontrarse con tanta gente y a algunos no les hizo gracia tener que esperar tanto tiempo. Quisiera decir que en todo momento tratamos de organizar la firma con toda nuestra buena voluntad, de la mejor forma posible, pero es difícil contentar a todo el mundo y nunca llueve a gusto de todos:
-Si firmo todo lo que trae la gente: «Así no vamos a acabar nunca. Debería firmar como mucho uno o dos libros por persona».
-Si firmo sólo uno o dos libros por persona: «Venga, fírmaselos todos, que llevamos una hora en la cola». «¿Sólo firma dos? ¿Y para esto hemos cargado con los siete libros todo el día?»
-Si pongo dedicatorias largas: «Cómo se enrolla, a ver si abrevia que nos dan las uvas».
-Si pongo dedicatorias cortas: «¿Y para esto que te ha puesto hemos estado aquí dos horas?» (verídico).
Y claro, una ya no sabe cómo actuar . Por eso agradezco mucho la paciencia de la gente que se lo tomó con buen humor, y pido a aquellos que se impacientaron o protagonizaron momentos tensos en la cola que en otra ocasión, por favor, vengan con otra disposición. De verdad que intentamos hacerlo lo mejor posible y que en ningún momento ha habido intención de fastidiar o molestar a nadie. Que a la feria venimos todos a pasarlo bien, a disfrutar de una jornada en la que los protagonistas son los libros, y que, aunque, por supuesto, me encanta la feria y voy encantada, y ya visteis que me quedé hasta las tres cuando tenía que haber acabado a la una, y hasta las diez cuando tendría que haber terminado a las nueve, después de todo soy humana y no puedo hacer más.
Para los que tuvieron que marcharse antes de tiempo, no pudieron venir o simplemente se quedaron con ganas de más: voy a la Feria del Libro de Madrid todos los años, el primer sábado de la feria (que suele ser el último de mayo). Así que, el año que viene, más y mejor.
Y como, además de escritora, por encima de todo soy lectora, yo también disfruté de la feria (el domingo, que ya sabéis que el sábado no salí del stand), compré muchos libros y conocí personalmente a autores como Stephenie Meyer y Joaquín Londaiz.