– La primera idea para esta historia surgió de la forma más curiosa. Una tarde estaba de mal humor porque en la calle había un grupo de moteros que hacían mucho ruido y no me dejaban trabajar, y pensé: “Seguramente en la Edad Media no pasaban estas cosas”. Y entonces se me ocurrió que las personas no habíamos cambiado tanto, y que tal vez en la Edad Media podía pasar algo parecido, jóvenes caballeros haciendo ruido sobre sus caballos en el patio del castillo. Seguí dándole vueltas a la idea. Imaginé la historia de una chica que llega a un castillo, como quien llega nueva a un instituto… Pero, naturalmente, esto no bastaba para escribir una historia. Así que desarrollé una trama de misterio con algo de fantasía.
– En el año 2002 me propusieron participar en el lanzamiento de la nueva colección juvenil de la editorial Pearson Alhambra. Yo estaba trabajando en Alas de fuego; cuando lo terminé, desarrollé la trama de Mandrágora y me puse a escribir.
-Cuando iba por la mitad, mi novio, que iba leyéndolo a medida que lo escribía, me dijo que tenía poca acción. Efectivamente, me centraba mucho en las relaciones entre Miriam y los demás jóvenes del castillo, mientras que la trama de acción y misterio casi no había comenzado aún. Así que tuve que rehacer el esquema que tenía, adelantando algunos acontecimientos que tenía pensados para después. Finalmente, la primera idea que tuve para la novela quedó en segundo plano, como una subtrama, y el libro se convirtió sobre todo en una novela de misterio, con mucha acción al final. Apenas tres meses después, salía publicado en la nueva colección.
– Una de mis mejores amigas en el colegio se llamaba Miriam, pero la protagonista no tiene nada que ver con ella. Mis personajes nunca están basados en nadie real.
-La escena en que los sabios Zacarías y Nemesius inician una batalla de latinajos me encanta. Podría haberla recortado porque es un poco larga, pero no tuve valor.
-Me documenté para la ocasión sobre las propiedades de las plantas. Por tanto, los efectos de plantas como el acónito, la caléndula o la uva de gato no son inventados. O sea que ojo con ellas.
– Mandrágora no es una novela histórica. La corte del rey Héctor es imaginaria. Sin embargo, en principio se desarrolla en la Europa medieval. Por ejemplo, se habla de las Cruzadas o del reino del Preste Juan, que era una leyenda que circuló por la Europa cristiana durante la Baja Edad Media.
– Yo tuve muy claro el título del libro, desde el principio, pero a la editora de Pearson no le convencía, porque ya hay un libro que se titula La mandrágora. Yo sugerí añadir un subtítulo, concretamente Mandrágora y los Caballeros Espectrales, pero no cuajó. Así que al final se quedó tal cual.
– La primera cubierta reproducía un manuscrito italiano medieval. Es así como los antiguos veían a la mandrágora; en realidad se trata de una planta cuyas raíces tienen forma de hombrecillo, y de ahí que surgieran leyendas los gritos que supuestamente da cuando lo arrancan.
–Mandrágora ha tenido varias ediciones con formatos diferentes; la primera vez fue en 2006, y la cubierta era la misma que la de la edición en rústica. La segunda edición en tapa dura del año 2007 mostraba esta cubierta, que no tiene nada que ver con el contenido del libro. En 2010, la editorial Pearson publicó el libro en su nueva colección escolar y cambió de nuevo cubierta por una de colores mucho más claros. Ninguna de estas ediciones se comercializa ya.
-A principios de 2016, la editorial decidió descatalogar la novela. En noviembre de ese mismo año sale de nuevo publicada por el sello Algar de la editorial Bromera, que publicaba ya la edición en catalán. La nueva edición tiene también nueva cubierta, ilustrada por Paolo Barbieri.