-Hacía varios años que tenía en mente escribir una historia sobre alguien que coleccionaba relojes mágicos. Pero era solo una idea suelta, no una historia.
En 2001, mi pareja y yo fuimos a Toledo. Deambulando una noche por sus calles pensé que parecía una ciudad de cuento de misterio, y que me encantaría ambientar un libro allí. Por otro lado, por la mañana estuvimos buscando un museo que nunca encontramos. Siguiendo un plano en busca del museo, llegamos a un caserón que estaba cerrado a cal y canto, y llamamos varias veces, pero nadie abrió. Empezamos a bromear sobre el tema. Que si era un museo lleno de objetos extraordinarios. Relojes, dije yo. Que si de pronto se abriría la puerta…
Seguimos dándole vueltas el resto del día, mientras paseábamos por la ciudad. Imaginé a una familia de turistas extranjeros que, siguiendo las indicaciones de un folleto turístico, se encontraban ante un caserón cerrado, igual que nos había pasado a nosotros . Sólo que en este caso la puerta se abría y ellos entraban en el fabuloso museo de los relojes extraordinarios…
Quise ambientar la historia en Toledo, y de hecho hasta compré guías y planos, porque sólo estuvimos tres días en la ciudad y eso no basta para conocerla. Pero meses después, cuando me senté a escribir, no miré los planos para nada. Sí, la Ciudad Antigua estaría inspirada en Toledo, pero ya no iba a ser Toledo. No quería quedarme con detalles, calles y edificios concretos. Me basaría solamente en una sensación, en lo que me inspiraron las calles de la ciudad por la noche, húmedas y semiocultas por la niebla…
Y así, poco a poco, fue surgiendo el libro.
– Este libro lo escribí el mismo verano que La hija de la noche, y lo envié al concurso Gran Angular. No ganó, pero a Marinella Terzi, la editora de Barco de Vapor, le gustó, y decidió publicarlo en Barco de Vapor, serie roja, la colección donde están también Finis Mundi y La leyenda del Rey Errante. El ilustrador que realizó la portada de la primera edición es Alfonso Ruano, que ya ilustró la cubierta de La leyenda del Rey Errante.
– El título original era El coleccionista de relojes, pero Marinella lo encontraba soso porque en él no había nada que indicara que se trataba de una historia de fantasía. Como me resistía a cambiarlo, al final optamos por una solución intermedia: El coleccionista de relojes extraordinarios.
– Mientras escribía el libro estaba leyendo Neverwhere, de Neil Gaiman, que es un libro que me fascinó. Quise que el viaje de Jonathan a través de la Ciudad Oculta tuviera un toque así, de fantasía oscura y algo absurda. Cada vez que releo El coleccionista de relojes extraordinarios me doy cuenta de la influencia del libro de Gaiman sobre el mío. Aunque dice mi editora que a ella le recuerda más bien a Michael Ende, y probablemente tenga razón. La historia interminable es mi libro favorito.
– Marinella detectó enseguida que la Ciudad Antigua estaba inspirada en Toledo. Y eso que no le comenté nada al respecto.
– Me encanta el personaje del Marqués. En la primera versión sólo salía al principio, así que retoqué el libro para que tuviera más protagonismo. Es uno de los personajes más interesantes que he inventado, pero, como intento seguir evolucionando, espero poder crearlos aún mejores en el futuro.
– Entre los seres extraños que pululan por la Ciudad Oculta, mis favoritos son el duende de la tienda, la Soñadora y Hiedra. Y la Muerte, claro.
-En 2008 la editorial publicó este libro en tapa dura con una nueva cubierta de Enrique Corominas. Durante un tiempo se pudo conseguir también en una caja que incluía la edición en tapa dura de La leyenda del Rey Errante.
-Desde junio de 2016, la edición en tapa blanda de la colección el Barco de Vapor tiene también en la cubierta la ilustración de Corominas.
-También hay una edición en tapa dura en el catálogo de Círculo de Lectores con cubierta e ilustraciones de Zuzanna Celej.