Hoy quiero compartir algo con todos vosotros. No, no es la cubierta de Alas negras (aún no… ¡pero no debe de faltar mucho ya!). Es algo más personal.
Hoy estoy de aniversario. Porque tal día como hoy, un 23 de febrero de 1999, me llamaron para decirme que había ganado el premio Barco de Vapor con mi novela Finis mundi. Entonces era una estudiante de filología de 21 años que acababa de terminar los exámenes y de empezar el segundo cuatrimestre con un horario de locos; justo en el momento de la llamada estaba en casa sólo porque tenía un gripazo de aúpa y llevaba tres días en cama. Y claro, como era cerca de la una de la tarde todo el mundo estaba trabajando o en clase, así que estuve cerca de dos horas rumiando la noticia yo sola sin poder contárselo a nadie (porque, lo creáis o no, hace diez años casi nadie tenía móvil y había que esperar a que volvieran a casa para hablar con ellos). Qué recuerdos.
Además de ser una universitaria hiper ocupada también era una chica que soñaba con ser escritora desde que era pequeña; que había escrito más de una docena de novelas que habían sido rechazadas por distintas editoriales; y que seguía escribiendo, pese a haber perdido casi la esperanza, simplemente porque le apasionaba escribir, porque no podía dejar de hacerlo. Eso, por fortuna, no ha cambiado.
Sí, han pasado diez años ya. Han sido diez años de trabajo, de libros, de historias. En estos diez años he vivido muchas experiencias, la mayoría buenas, otras no tanto. He seguido escribiendo sin parar (la mayoría de esas historias se han publicado, otras no) y he aprendido muchas cosas. Pero una de las cosas más bonitas que me ha traído el ser escritora profesional, y que no imaginaba siquiera cuando empecé a escribir, ha sido poder compartir mis historias con todos vosotros. Y por eso os doy las gracias.
Así era yo hace diez años, más o menos en la época en que gané el premio Barco de Vapor. Como veis, una chica normal. Como todo el mundo. Con esto quiero decir que, si yo lo he conseguido, cualquiera puede. Que los sueños se pueden hacer realidad. Eso sí, hay que trabajar mucho, tener paciencia y no perder nunca la ilusión. Y por eso os animo desde aquí a todos los que disfrutáis escribiendo para que no dejéis de hacerlo.
Hoy hace diez años que mi sueño de ser escritora se hizo realidad. Y quería compartir esta fecha con todos vosotros, y aseguraos que mi ilusión está más viva que nunca y voy a seguir escribiendo historias. Si puedo compartirlas con todos vosotros, estupendo, pero aunque no fuera así… pienso seguir escribiendo igualmente porque es lo que llevo dentro.
Y para no aburriros más intentaré daros alguna noticia. De Alas negras no sé nada aún, desafortunadamente, pero sí puedo deciros que el primer libro de Sara y las goleadoras, que se titula Creando equipo, saldrá el 17 de marzo. El segundo está previsto para mayo y el tercero (que es el que estoy escribiendo ahora; me quedan tres capítulos para terminarlo) para el próximo mes de septiembre. En realidad eso es lo que he estado haciendo estos últimos días: escribir Sara y las goleadoras y seguir trabajando en mi nueva web. Como la semana que viene estaré haciendo libro-forums en Galicia (¡aún no me han dado datos de eventos públicos allí, pero os prometo que los colgaré en la web tan pronto como los tenga!) quería acabar ambas cosas (el libro y la web) antes de marcharme, pero está un poco complicado. En ello estoy.
Una última cosa: resulta que ayer, navegando por internet, encontré datos sobre la edición en Brasil de La emperatriz de los Etéreos. Yo sabía que iba a salir en Brasil pero hace tiempo que dejé de recibir noticias al respecto, por lo que me sorprendió ver que ya había sido publicada en el 2008. Aquí tenéis la portada; es parecida a la de la edición escolar del libro, pero la ilustración es diferente. Y siguiendo con La emperatriz, hoy me han llegado los ejemplares de muestra de la edición de bolsillo. Así que ya está en cuatro ediciones diferentes para todos los presupuestos: tapa dura, bolsillo, edición escolar y edición especial para América Latina.
Y esto es todo por hoy. Gracias de nuevo por seguir ahí.